Si eres diabético y sientes que estos momentos de ansiedad e incertidumbre te atormentan, no eres el primero. La depresión es una enfermedad que está asociada en proporciones elevadas a la diabetes, en especial cuando la misma está mal controlada, es decir, que la hiperglucemia (azúcar alta en la sangre) te predispone a padecer de depresión, según la medicina basada en evidencias.
En otra vertiente, la pandemia por COVID-19 ha permitido que muchas personas se encuentren en ausentismo laboral, distanciado de su círculo social, académico, religioso, y, por ende, hayan permanecido en casa, en especial aquellos pacientes de alto riesgo de contraer infecciones, como los adultos mayores o pacientes con alto riesgo de padecer las complicaciones de este virus, como es el caso de los pacientes con diabetes; este distanciamiento social provoca el aumento de aparición de inestabilidad emocional, estrés y preocupación por la pérdida de empleo o la falta de recursos económicos para el sustento, lo que al final conlleva a un estado de depresión.
Esto ha permitido una afectación de manera particular en los diabéticos, causando trastornos del estado de ánimo, como la depresión mayor o distimia a expensas de la pandemia. Pero muchos de estos casos se deben a que los pacientes se encuentran con glucemias alteradas, y esas alteraciones de la glucemia permiten que haya menos liberación a nivel cerebral de las hormonas que se encargan de la relajación, como serotonina y la dopamina, permitiendo que los niveles de estrés aumenten y llevando al paciente a un estado de ansiedad o depresión, haciendo aún más vulnerable su riesgo de complicaciones.
La depresión es un estado de ánimo triste o sin energías, según el DSM-V, predominante en pacientes con trastornos mentales, pero que puede aparecer en pacientes sin antecedentes del mismo, influenciado por detonadores, como es el caso mayor de una situación de salud global externa. Los pacientes diabéticos, tienen un sistema inmunitario mucho más indefenso que la mayoría de las personas, lo que aumenta su predisposición y susceptibilidad a padecer de dicho trastorno.
Entre los síntomas más comunes que encontraremos en el paciente diabético que está padeciendo de depresión, podemos encontrar:
- Dificultad para conciliar el sueño (insomnio o hipersomnio).
- Mayor consumo de alimentos que no favorecen a su enfermedad como alimentos azucarados.
- No presenta deseos de higienizarse (como bañarse, peinarse, cepillar sus dientes o incluso falta de interés por cambiarse de ropa).
o Aumento del consumo de alcohol o tabaco en aquellos que ya tenían este tipo de prácticas,
- Irritabilidad
- Aumento de sintomatologías como cefalea, malestar general, dolores musculares y articulares que antes no estaban
- Inactividad física.
- Inestabilidad en los valores de
- En casos más graves aparecen: Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados, indecisión, Pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida.
Entre las causas que pudieran estar provocando estas condiciones de inestabilidad emocional se encuentran la sobrecarga de información con respecto al tema de salud, la presión familiar por ser catalogado como paciente de alto riesgo, el aislamiento de otros seres queridos, el ausentismo laboral instituido por el estado para los pacientes con esta condición, y de por sí, el estrés generado por la incógnita de la situación.
Hay diferentes maneras de afrontar la situación. Como paciente diabético debes entender que, si estás en buen control metabólico, tu predisposición a complicaciones por esta pandemia será más baja. Evita estar saturado de información sobre esta, trata de confraternizar con tus familiares estando dentro de casa, involúcrate en todas las responsabilidades del hogar, haz ejercicio físico, o al menos intenta realizar actividades que te generen energía(como la jardinería, bailar, ordenar el closet, cocinar, entre otros…), leer un libro que te agrade, o escuchar música.
Como familiar del paciente diabético podrías ayudar al paciente a mantener el buen control metabólico, teniendo a disposición su tratamiento de base suficiente, facilitando la alimentación correcta, crear un itinerario para cada día, que incluya algunas actividades para realizar estando en casa, no preparar comidas copiosas para todos y excluir al paciente diabético, esto lo hará sentir que esta cohibido o aislado de los demás, evitar introducir alimentos en la mesa que no sean favorables para el paciente, evitar hablar todo el tiempo de la enfermedad y de la diabetes, como si fueran inseparables, acudir junto al paciente a su consulta rutinaria con su médico para que se sienta seguro y confiado, y ante cualquier síntoma de depresión acudir a un profesional de la salud para que tome las medidas de lugar de manera precoz.
Dra. Marlin Núñez
Diabetóloga-Nutrióloga